Mantener una rutina semanal de ejercicios acompañado de una dieta balanceada y hábitos de vida saludables, son fundamentales para tener un corazón sano y fuerte.
Después de algún padecimiento cardíaco recién diagnosticado, algunas personas comienzan a llevar una dieta saludable, a ejercitarse o a tener un control médico más frecuente. Todas esas cosas son buenas y eficaces pero, pudo ser mejor haber comenzado ese estilo de vida antes de haber desarrollado una enfermedad del corazón.
Debemos ser conscientes de los hábitos de vida saludable y también ser constantes a la hora de mantenerlos para disfrutar de sus beneficios.
Pasemos a revisar 7 consejos que nos ayudarán a cuidar nuestro corazón.
1. Lleva una dieta saludable
Existe mucha información poco confiable sobre una dieta saludable. No se trata de dejar de comer, se trata de saber qué debemos comer. Elegir alimentos que nos brinden los nutrientes apropiados no es imposible.
Para llevar una dieta variada y saludable, la Organización Mundial de la Salud recomienda :
· Modera el consumo de harinas refinadas, frituras, carnes rojas, sal y azúcar. En lugar de harinas refinadas, será mejor optar por las integrales.
· Evita las comidas precocidas, los procesados, las golosinas y todas aquellas grasas trans y saturadas.
· Incorpora más frutas, verduras, hortalizas, frutos secos y legumbres a la dieta.
2. Realiza ejercicio
La poca actividad física aumenta el riesgo de enfermedades coronarias. Se debe hacer el esfuerzo para incluir una rutina de ejercicios, practicar deportes o alguna actividad que nos ayude a combatir el sedentarismo. Esto nos ayuda a alcanzar y mantener un peso saludable, prevenir la arteriosclerosis y reducir el colesterol o el azúcar en la sangre.
En los adultos se recomienda realizar, por lo menos, 150 minutos de actividad física moderada a la semana (o 75 minutos si el ejercicio es intenso). El ejercicio aeróbico es el más recomendado como caminar enérgicamente, andar en bicicleta, nadar o correr.
3. Mantén un peso saludable
Es conocido por todos, que la obesidad y el sobrepeso se vinculan a varios problemas cardiacos. Aumenta la probabilidad de arteriosclerosis e infarto al miocardio y es un factor de riesgo para la enfermedad cardíaca hipertensiva.
Con el simple hecho de bajar el 10% de nuestro peso corporal, la presión sanguínea se regula y las arterias se mantienen más sanas. Debemos procurar un peso ideal y mantenerlo.
4. Vigila tu salud
Participa activamente en el control de tu salud. No seas un espectador pasivo. Visita periódicamente al médico; principalmente con el fin de participar de algún programa de salud preventiva. No acudas al médico solamente por sentirte mal o por alguna enfermedad. Prevenir las patologías cardiovasculares reditúa grandes beneficios a lo largo de la vida. Procura monitorear con tu médico los niveles de glucosa, colesterol, triglicéridos, creatinina y ácido úrico entre otros. Monitorea la presión arterial y el ritmo cardíaco. Esto contribuye a la prevención y detección temprana de problemas que pueden afectar la salud de tu corazón.
5. Reduce tu nivel de estrés
Existe una relación muy estrecha entre los nervios, la ansiedad y los problemas cardiacos. Esto contribuye a mantener aumentado el tono muscular de nuestras arterias, lo que conlleva a un aumento de la presión arterial y un mayor esfuerzo del corazón en cada latido. Por ello, la relajación y el control de las emociones contribuyen a la salud de nuestro corazón. Tomar un tiempo de vacaciones, una lectura relajante, escuchar música, actividades al aire libre, pintar un cuadro pueden ser una verdadera terapia contra el estrés.
6. Elimina el tabaco y el alcohol
El tabaco tiene muchos agentes peligrosos que, además de provocar cáncer de pulmón o esófago, ejercen un efecto nocivo en el corazón, las venas y las arterias.
El humo del cigarrillo aumenta las posibilidades de sufrir trombosis y reduce el riego sanguíneo.
Según la OMS, el consumo máximo recomendado es de 30 gramos de alcohol diarios para hombres y 20 gramos para las mujeres. Esto equivaldría a no más de una copa de vino tinto al día. La aparición de enfermedades cardiovasculares está muy relacionada con el hecho de beber alcohol en exceso. Una vida libre de tabaco y alcohol definitivamente ayudará a cuidar nuestro corazón.
7. Duerme lo suficiente
¿Cuánto sería lo suficiente? Todo depende de cada persona. Se estima que entre 6 y 8 horas es lo mejor para que un adulto joven tenga un corazón sano, y se reduzca el riesgo de sufrir problemas cardiacos.
Si duermes pocas horas, tu cuerpo no producirá la cantidad necesaria de serotonina, la cual se encarga de hacerte sentir bien y a gusto. Si esta hormona no se encuentra en dosis normales, puede provocar más ganas de comer y beber.
Según la Fundación Española del Corazón, el dormir bien tiene un efecto protector para el corazón. Y un estudio publicado en el European Heart Journal afirma que los insomnes tienen tres veces más posibilidades de sufrir una insuficiencia cardíaca que los que duermen a pierna suelta. El insomnio aumenta los niveles en sangre de las hormonas del estrés, lo que aumenta la tensión arterial y la frecuencia cardíaca. Otros estudios también ligan el insomnio a tener el colesterol más alto.
Espero que estos consejos te ayuden a mantener un corazón sano y fuerte.
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